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Semifinal con sabor a final: duelo asiático cargado de tensión

2 de agosto de 2025
Semifinal con sabor a final duelo asiatico cargado de tension

Hubo un instante en el cuarto juego donde parecía que todo lo anterior había sido una falsa ilusión de control. El marcador anterior, ampliamente favorable, ya no garantizaba nada. La dupla japonesa había dejado escapar el tercer set con apenas tres puntos en su cuenta. Esa caída abrupta encendió las alarmas y tensó el aire. Pero lo que vino después fue una afirmación categórica: no se rendirían tan fácil.

Ese 3-11 golpeó como un recordatorio: la semifinal aún estaba en disputa. Durante dos sets, la pareja japonesa se mostró dominante, segura, como si cada movimiento estuviera ensayado desde hace años. Pero el tercer set descolocó todo. El dúo coreano encontró ritmo, precisión y una contundencia que les había sido esquiva. ¿Había cambiado el viento?

Lo más inesperado fue lo inmediato de la reacción. En vez de prolongar la duda o dejarse llevar por el miedo, las niponas aplicaron un correctivo severo: 11-2. Una respuesta de esas que no requieren palabras, solo hechos. Fue la declaración final, sin margen para la interpretación. La semifinal tenía dueñas.

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Semifinal en la frontera de tres países: tensión asiática en Foz do Iguaçu

El partido se disputó en el marco del WTT Star Contender Foz do Iguaçu 2025, torneo del circuito internacional con sede en el Rafain Convention Center. El encuentro tuvo lugar el 1 de agosto de 2025, a las 20:23, en la mesa 2 del recinto. Se trataba de una de las semifinales de dobles femeninos, con boleto directo a la final en juego.

Ambos equipos llegaban con expectativas altas y con antecedentes sólidos en la temporada. Las japonesas, primeras preclasificadas, buscaban reafirmar su condición, mientras que la dupla coreana representaba una amenaza real por su trayectoria ascendente. La rivalidad regional aportaba un extra emocional que se notaba en cada intercambio.

Además del prestigio, el partido implicaba puntos clave para el ranking mundial y un impulso decisivo para cerrar la gira sudamericana. El Star Contender es una de las competencias más visibles previo a los grandes torneos de fin de año, y estar en la final marca un antes y un después para cualquier pareja.


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Miwa Harimoto y Satsuki Odo VS Joo Cheonhui y Lee Eunhye

3-1 con respuesta de campeonas

La pareja compuesta por Miwa Harimoto y Satsuki Odo se impuso por 3-1 ante Joo Cheonhui y Lee Eunhye en un duelo que combinó dominio, tambaleos y una recuperación memorable. El resultado final fue 11-6, 11-7, 3-11 y 11-2, en apenas 27 minutos y 11 segundos de juego.

El partido fue interesante por la forma en que la dupla japonesa gestionó la presión. Después de ganar cómodamente los dos primeros sets, sufrió una desconexión total en el tercero. En lugar de prolongar la crisis, regresó con una contundencia inapelable en el cuarto. Esa capacidad de recuperación hizo del duelo algo más que un simple trámite.

No fue un partido parejo en el sentido clásico, pero sí una batalla mental. La consistencia inicial, la caída abrupta y la reacción inmediata mostraron facetas distintas del mismo equipo. En el fondo, fue una exhibición de carácter competitivo, justo en el momento en que más se necesitaba.

Cuando el dominio se convierte en rutina

Durante los dos primeros sets, Harimoto y Odo dominaron con relativa facilidad. Sus golpes eran más estables, su coordinación más fluida y su lectura del juego superior. El 11-6 del primer set marcó el ritmo y el 11-7 del segundo confirmó la tendencia. Pero el tercer set alteró la narrativa.

En ese parcial, Joo y Lee encontraron su mejor versión. Dejaron de reaccionar y comenzaron a proponer. Cada punto ganado parecía descomprimir la presión acumulada. El resultado fue un inesperado 11-3 a favor de las coreanas, que sembró incertidumbre en la dupla japonesa y reabrió el partido.

Ese fue el punto más vulnerable del equipo número uno. Por primera vez, su lenguaje corporal mostró dudas. Por primera vez, la presión de ser favoritas pareció pesarles. Ese set no solo cambió el marcador, cambió el tono emocional del enfrentamiento.

RESULTADO: 3-0 (11-6, 11-7, 3-11, 11-2)

El momento decisivo llegó con el cuarto set. Miwa Harimoto y Satsuki Odo, tras perder el tercero por un amplio margen (3-11), reaccionaron con firmeza. En apenas unos minutos, dominaron todos los aspectos del juego y se impusieron por 11-2. Fue la secuencia más contundente del partido.

A esa altura, las coreanas habían recuperado parte de la confianza, pero no fue suficiente. Harimoto y Odo no les concedieron margen. Con una racha de siete puntos consecutivos en el tramo medio del set, desactivaron cualquier intento de remontada. La diferencia fue insalvable.

Con este parcial, el marcador global se cerró 3-1 y las japonesas aseguraron su lugar en la final. Fue un cierre sin dramatismos, pero con una claridad que dice mucho del temple del equipo. El contraste entre el set perdido y el set decisivo muestra el calibre de las ganadoras.

Un repaso duelo por duelo

Primer set: Harimoto/Odo 11 – Joo/Lee 6. Las japonesas marcaron la pauta desde el inicio, con una ventaja que se amplió en la segunda mitad del set. Supieron leer los ángulos y obligaron a sus rivales a forzar errores no forzados.

Segundo set: Harimoto/Odo 11 – Joo/Lee 7. Aunque más parejo, el segundo parcial mantuvo el mismo guion. La pareja japonesa aprovechó mejor sus servicios y forzó varios errores directos de Lee, lo que les permitió mantener la ventaja.

Tercer set: Harimoto/Odo 3 – Joo/Lee 11. Las coreanas reaccionaron con fuerza. Aprovecharon una desconexión evidente de las japonesas y dominaron con confianza. Fue el único set donde impusieron su ritmo sin oposición.

Cuarto set: Harimoto/Odo 11 – Joo/Lee 2. La respuesta fue categórica. Harimoto y Odo no dieron espacio a la duda, iniciaron con un parcial de 5-0 y sellaron la victoria con contundencia. Un cierre que dejó claro quién tuvo el control real del partido.

Balance de una semifinal con lecciones claras para ambos equipos

El resultado global fue justo: 3-1 para Miwa Harimoto y Satsuki Odo, quienes mostraron solidez, reacción y autoridad. Supieron capitalizar sus momentos fuertes y minimizar el daño cuando las cosas se torcieron. Su lugar en la final es coherente con lo mostrado en la mesa.

Por parte de Joo Cheonhui y Lee Eunhye, queda el mérito de haber encontrado un momento de alto nivel en el tercer set. Esa secuencia les permite mirar hacia adelante con optimismo. Si logran extender esa versión durante más tramos de sus partidos, serán una dupla difícil de vencer.

Esta semifinal no fue una historia de sorpresas o remontadas épicas, sino una de respuesta ante la adversidad. Las japonesas se vieron exigidas y respondieron con contundencia. En torneos de alto nivel, esa capacidad de reacción suele separar a las finalistas de las demás.